Casi soy un hombre virtuoso, casi un
místico.
Martín
Adán
En la red siempre me topo con páginas donde
aparecen cuestionarios a cuyas preguntas responden muchos escritores. Son
entretenidos cuestionarios en las que, muchas veces, me pongo a pensar qué
respondería. La verdad es que se me hacen divertidos. Bueno, en esta oportunidad no
solo lo he pensado sino que he tomado algunas preguntas de diferentes
cuestionarios y creé uno nuevo y me puse en la situación de responder. He aquí esas preguntas y mis respuestas.
1.
¿Qué es para ti un libro?
De
hecho no es un simple objeto, un libro para mí puede convertirse en mi casa,
también en un viaje.
2.
¿Cuál es el mejor lugar para escribir?
En
la mesa que heredé de mis padres y donde ellos, mis hermanos y yo nos sentábamos
para desayunar, almorzar, cenar, un lugar en el que compartimos no solo la
comida, también las palabras y, por cierto, los silencios. Para mí es un mueble
que trasciende esa condición, es el sitio en el que muy de mañana, cuando Rita
y Kathia todavía duermen, me siento y leo y escribo.
3.
Cuando entras a una librería…
Lo
primero que hago es ubicar el estante de poesía. Durante varios minutos saco
uno que otro libro, ojeo, hojeo y al retirarme, casi es de ley, salgo comprando
uno o más libros. Puede sonar exagerado, pero me retiro agitado, emocionado. Amo
los libros y si son de poesía, más todavía.
4.
¿Qué libro estás leyendo en este momento?
Bueno,
casi nunca leo un solo libro, leo varios, casi siempre estoy picando por aquí,
por allá… Me pasa con la poesía de Fernando Pessoa, Paul Celan, Carlos Martínez
Rivas, Carlos Oquendo de Amat, Luis Cernuda, César Vallejo, Martín Adán, por
mencionar solo poetas, sus libros los visito continuamente. En estos días estoy
leyendo dos libros: Poemas de Emily
Dickinson en la traducción de Silvina Ocampo y un libro de cuentos de un
autor peruano poco frecuentado: Carlos Calderón Fajardo, el libro se titula Playas, en él he hallado cuentos maravillosos
que me han llevado al deleite de la relectura, porque este libro lo estoy
leyendo por segunda vez, y como los buenos libros, con cada lectura, el libro
crece.
5.
¿Te acuerdas del primer libro que leíste?
Haré
memoria. Recuerdo un libro que ni siquiera era mío, pero estaba en la casa, era una enciclopedia escolar algo maltratada donde
estaban todos los cursos, el libro se titulaba Peruanito, no sé si fue el primero, lo que sí recuerdo es su pasta dura, algo deshojado ya, disfrutaba mucho al leerlo, tenía muchos
dibujos con diálogos ocurrentes, lo leí incontables veces, cómo olvidar esas tardes en que me embarcaba en su lectura, fue ahí donde con
mis siete años, o menos, me enteré de los nombres de tres poetas peruanos, donde vi sus
rostros que luego se me harían familiares como sus obras: José Santos Chocano, José María
Eguren y César Vallejo.
6.
¿Cuál es tu escritor favorito?
No puedo mencionar a uno, son
varios. Los que siempre me han acompañado y me acompañarán son los libros
de Stefan Zweig, Stendhal, Anton Chéjov, Fernando Pessoa, Julio Ramón Ribeyro, Miguel de
Montaigne, Marcel Proust, Augusto Monterroso, Alfonso Reyes, en fin, son muchos nombres.
Leer cada una de sus obras ha sido y es una de las grandes experiencias y aventuras de mi vida, cada vez que
los leo, siempre encuentro algo nuevo, algo que no supe o no pude “ver” en la lectura
anterior.
7.
¿Cuál es tu personaje literario preferido?
Debo decir que lo
bueno que tienen los personajes literarios es que son retornables, en la
ficción pueden incluso hasta morir, pero bastará con volver a las páginas anteriores para
nuevamente tenerlos con vida. Muchos de ellos han sido (y son) muy importantes
en mi vida. Ocurre que mucha gente de carne y hueso ya ni la recuerdo, pero algunos de los personajes de esas obras están siempre presentes en mi vida; es decir, están siempre vivos. Si tengo
que mencionar uno, no lo haré, mencionaré a dos: Julien Sorel, el protagonista
de Rojo y Negro, la novela de
Stendhal y Pierre Bezujov, personaje principal de la novela Guerra y Paz de León Tolstoi.
8.
¿Sigues algún método a la hora de escribir? ¿Tienes alguna manía o
superstición?
No
tengo ningún método. Siempre estoy a la cacería de imágenes, de las viejas
palabras, siempre, incluso en el sueño. De ahí que sea muy distraído cuando
transito por las calles, con los peligros que trae el estar distraído en la
urbe. ¿Manía o superstición? Ninguna. Lo que quizá siempre procuro, cuando
estoy en casa, es que haya música, para mí es fundamental. La música construye
atmósferas y en esos espacios muchas veces se facilita la aparición de una
imagen, de una palabra, de un poema.
9.
¿Qué libro te hubiera gustado escribir?
5 metros de poemas, el único libro de Carlos Oquendo de
Amat. Fue publicado en 1927, en la editorial Minerva que fue fundada por el
gran pensador José Carlos Mariátegui. A pesar de los años transcurridos, este
libro-objeto conserva su frescura y es un campo para el asombro. Es un libro
que sigo y que me persigue.
10.
¿A qué escritor quisieras conocer en persona?
A
Carlos Oquendo de Amat, me hubiera gustado conocerlo, dicen que era un muchacho que tenía mucho humor y que le gustaba bailar. Creo que si lo hubiera conocido hubiéramos
congeniado, hubiéramos sido grandes amigos. Por lo demás, hay algo en común entre nosotros: el espíritu
andino, ese espíritu hermana: él nació en Puno y yo en el Cusco.
11.
¿Has leído más de cinco títulos de un autor? ¿De quién?
Sí.
En la adolescencia, Shakespeare. Sobre todo sus tragedias: Romeo y Julieta, Hamlet, Otelo, El rey Lear, Macbeth, Julio César. Ya
después vinieron autores como Stefan Zweig, de él he leído muchísimas obras,
entre las que recuerdo ahora están Momentos estelares de la humanidad, La confusión de los sentimientos, Carta de una desconocida, Buchmendel, Tres maestros, Veinticuatro horas en la vida de una mujer, Novela de ajedrez, Tres
poetas de su vida, La lucha contra el
demonio, y sus memorias, el bello y doloroso El mundo de ayer. De Augusto Monterroso he leído toda o casi toda
su obra, de Balzac, de Alfonso Reyes, de Anton Chéjov y otros autores más que sería largo mencionar.
12.
¿Qué talento, aparte del literario, te gustaría tener?
Fue
Nietzsche que escribió alguna vez: “Sin la música la vida sería un error”. En
efecto, tamaño elogio no hace sino confirmar la importancia de la música: me resulta imposible y aburrido un día sin ella. Me
hubiera gustado cantar, tocar piano o violín. Amo a la música, soy melómano
declarado. Admiro la obra no de “las tres B de la música”, sino de "las cuatro B
de la música”: Bach, Beethoven, Brahms y… Beatles. Pero no son los únicos.
13.
¿Qué anécdota de un escritor recuerdas?
Una
de Jean Cocteau, el autor de Los niños
terribles. Una vez le preguntaron qué rescataría de su casa si se estuviera
incendiando, dicen que Cocteau respondió que rescataría el fuego. Curioso, hace
unos días visioné con mi esposa una película de Claude Lelouch: Un hombre y una mujer. En una escena se
ve a los protagonistas que están caminando por un muelle y de pronto comentaron una frase que me gustó mucho, no es de un escritor sino de un escultor,
Alberto Giacometti, dicen que una vez dijo: “En un incendio, entre un Rembrandt
y un gato, salvaría al gato, una vida siempre vale más que una obra de arte”. Esta palabras me hicieron recordar inmediatamente la anécdota de Cocteau.
14.
¿Qué libro no has sido capaz de terminar de leer?
Bueno,
ni siquiera de empezar: los libros de ese señor llamado Paulo Coelho. Hay
libros que empecé a leer entusiasmado y el entusiasmo se fue quedando a medio
camino, me ocurrió con una obra de Rainer María Rilke: Los cuadernos de Malte Laurids Brigge. Dos veces intenté con esa
novela, las dos veces desistí. Quizá se debió a que no eran los momentos adecuados
para su lectura, supongo que en cualquier momento intentaré nuevamente. Han habido otras obras, pero mejor no alargo la respuesta.
15.
¿Cómo dedicas tus libros?
No
soy bueno para eso, a veces malogro libros en el afán de dedicarlo con
ocurrencia e imaginación. Así que, por lo general, manejo un par de líneas en
la cabeza y las adecúo a la situación. No es por falta de interés, en realidad no sé qué poner o cómo continuar lo que empecé a escribir: simplemente me trabo, estoy negado para ese tipo de textos.
16.
¿Alguna vez has visto a alguien leyendo uno de tus libros? ¿Qué has sentido?
De
manera directa no. Por fotos. Un día descubrí una foto en el Facebook de una
editorial en el que había publicado un libro dirigido a los pequeños, me
emocionó mucho ver que una niña hubiera escogido entre varios libros el mío y
que su carita mostrara interés, esa experiencia de ver a alguien que lee un
libro tuyo es impagable, única.
17.
¿Cuál es tu lema o frase favorita?
No
recuerdo dónde lo leí, no recuerdo quién es su autor, pero la he hecho mía, está
tan llena de humor, la frase dice: “No soy supersticioso porque eso trae mala suerte”.
Continuará…
Morada de Barranco, 31 de enero de 2017.